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Jesús sana a un paralítico en Betesda

Jesús sana a un hombre que llevaba 38 años paralítico.
Contribución de YO! Ministry
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Jesús era un judío devoto. Viajó a Jerusalén con sus discípulos para celebrar una fiesta tradicional judía. Cuando estuvo en la ciudad de Jerusalén visitó un lugar muy especial llamado Betesda. – Número de diapositiva 1
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Betesda era un estanque de agua que se creía que contenía propiedades curativas. Los enfermos, los ciegos, los cojos y los paralíticos esperaban alrededor del estanque a que las aguas fueran agitadas por un ángel. Entonces se decía que los primeros en entrar serían sanados. – Número de diapositiva 2
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Junto al estanque había un inválido que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús le preguntó: "¿Quieres ser sano?” El enfermo le respondió: “Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo”. – Número de diapositiva 3
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Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda” El enfermo obedeció a Jesús y quedó completamente sano. Jesús se alejó entre la multitud mientras muchos miraban asombrados. – Número de diapositiva 4
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El hombre tomó su camilla y echó a andar como le había ordenado Jesús. Algunos de los líderes religiosos judíos lo miraron con disgusto, ya que, según la ley, nadie debía trabajar el día de reposo. Pensaban que cargar una camilla el día de reposo era un trabajo y, por lo tanto, un pecado. – Número de diapositiva 5
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El hombre sanado dijo a los judíos que el hombre que lo había sanado le había ordenado cargar su camilla. Los líderes religiosos judíos le preguntaron quién le había sanado. Jesús se había ido, y el hombre no sabía que era Jesús quien le había sanado. – Número de diapositiva 6
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Más tarde, Jesús encontró al hombre sanado alrededor del templo y le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor”. El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado. – Número de diapositiva 7
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Cuando los líderes religiosos judíos escucharon esto, se indignaron. Ahora estaban más decididos a matar a Jesús, porque no solo estaba rompiendo sus leyes del día de reposo, sino que también estaba llamando a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios. – Número de diapositiva 8
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Jesús les dijo: “...En verdad, en verdad os digo que el que oye mi palabra y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna y no entra en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida”. – Número de diapositiva 9
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Número de diapositiva 10