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Débora, la jueza

Dios levanta a una mujer juez, Débora, para dirigir a su pueblo a la victoria.
Contribución de YO! Ministry
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Cuando el pueblo hebreo, los israelitas, se instaló en la Tierra Prometida, hubo un tiempo de paz. Dios les había advertido que no desobedecieran sus leyes ni adoraran a los ídolos, pues esto les traería todo tipo de males (Deuteronomio 8:11-14,20). – Número de diapositiva 1
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Lamentablemente, con el tiempo se olvidaron de Dios, desobedecieron sus mandamientos y comenzaron a adorar a los ídolos. Como consecuencia, no vivieron en paz, sino que sufrieron los ataques de sus enemigos. – Número de diapositiva 2
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Los israelitas no fueron gobernados por un rey, sino que Dios levantaba líderes espirituales llamados jueces, que hicieron todo lo posible para dirigir al pueblo a servir a Dios. – Número de diapositiva 3
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Pero cuando el juez moría, el pueblo volvía a actuar de forma más corrupta que antes. Volvían a sus costumbres obstinadas y desobedientes y adoraban a los ídolos en lugar de a Dios. (Jueces 2:18-19, LBLA) – Número de diapositiva 4
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Así que Dios permitió que los cananeos, gobernados por el rey Jabín, desarrollaran un fuerte ejército con más de 900 carros bajo el mando del poderoso Sísara. Los poderosos cananeos maltrataron a los israelitas durante 20 años. – Número de diapositiva 5
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Asaltaban y robaban sus cosechas. – Número de diapositiva 6
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Tomaban su ganado. Finalmente, la gente oró y clamó a Dios por ayuda. ¿Sabes lo que es sufrir bajo gente cruel? Dios escucha las oraciones de los que sufren. – Número de diapositiva 7
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Historia bíblica: Jueces 4.<br/>En aquellos días había una profetiza que juzgaba al pueblo. Se llamaba Débora y vivía en la región montañosa de Efraín. La gente estaba dispuesta a viajar a las colinas para recibir su guía proveniente de Dios. – Número de diapositiva 8
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Débora convocó a Barac, el líder de los israelitas, y le dijo El Señor, el Dios de Israel, ha ordenado: "Ve y marcha al monte Tabor con diez mil hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón. Atraeré a Sísara, el comandante del ejército de Jabín, con sus carros y sus numerosas tropas hasta el río Cisón, y te daré la victoria sobre él". – Número de diapositiva 9
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Barak respondió: "Iré, pero solo si tú vas conmigo. Si no vas conmigo, no iré”. “Iré contigo”, dijo Débora, “pero el mérito de la victoria no será tuyo, porque el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer”. – Número de diapositiva 10
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Sísara, el comandante de los cananeos, se enteró de que Barac había reunido diez mil hombres para luchar contra él en el monte Tabor. Rápidamente reunió a sus hombres entrenados para la guerra y novecientos carros de hierro para atacar a Barac y a su grupo de combatientes deficientemente armados. – Número de diapositiva 11
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Débora, Barac y los valientes israelitas estaban en el monte Tabor y veían hacia abajo cómo Sísara organizaba su poderosa fuerza de carros cerca del río Cisón. Aumentó la tensión al ver a este poderoso enemigo debajo. ¿Cómo podrían luchar contra un ejército tan fuerte? – Número de diapositiva 12
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El cielo se oscureció mucho sobre ellos. Entonces cayó una lluvia torrencial. Débora le dijo a Barac: "¡Ve! El Señor ha entregado a Sísara en tus manos. El Señor ha salido delante de ti”. Así que Barac bajó del monte Tabor y diez mil hombres con él. – Número de diapositiva 13
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El Señor confundió a Sísara y a sus carros cuando las aguas del río Cisón subieron hasta convertirse en un poderoso torrente, inundaron la tierra y arrastraron a gran parte del ejército. – Número de diapositiva 14
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Mas Barac persiguió los carros y el ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada; no quedó ni uno. – Número de diapositiva 15
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Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: “Ven, señor mío, ven a mí; no temas”. Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta. – Número de diapositiva 16
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Y él le dijo: “Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed”. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió. Entonces él le dijo: “si alguien viene, y te pregunta, y te dice: ¿Hay alguien aquí?, tú responderás: No”. – Número de diapositiva 17
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Pero Jael tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente al general mientras dormía y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra. Así, una mujer tuvo el mérito de acabar con la vida de este cruel comandante, tal y como había predicho Débora. – Número de diapositiva 18
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Los crueles cananeos y el poderoso Sísara ya no eran una amenaza para los israelitas. Barac y Débora lo celebraron cantando alabanzas a Dios (Jueces 5). Al confiar y obedecer a Dios, los israelitas disfrutaron de 40 años de paz. – Número de diapositiva 19
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En http://www.yoplace.org/video.php hay disponible un video gratuito de esta historia, que se puede pausar para hacer un debate. – Número de diapositiva 20