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Jesús sana al ciego de nacimiento

Cuando Jesús sanó a un ciego un día de reposo los fariseos se indignaron.
Contribución de YO! Ministry
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Jesús había sanado a muchas personas. Su ministerio lo llevó a Jerusalén, la capital de Israel. Jerusalén estaba controlada por los romanos. Juan nos cuenta la historia de una sanación y la indignación que esto les causó a los judíos religiosos. – Número de diapositiva 1
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Jesús y algunos de sus discípulos se acercaron a un hombre que había nacido ciego. Los discípulos le preguntaron a Jesús si este mal era consecuencia el pecado del hombre o de sus padres. No es raro que se culpe al pecado de las dificultades que sufre una persona. – Número de diapositiva 2
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Jesús dijo a los discípulos: “Ni este pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él”. – Número de diapositiva 3
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El ciego había vivido toda su vida en la oscuridad. No tenía ni idea de cómo era la luz. Probablemente escuchó a Jesús decir: “Mientras esté en el mundo, yo soy la luz del mundo" (1 Juan 1:5). – Número de diapositiva 4
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Jesús se preparó para sanar al ciego. Escupió en el suelo e hizo barro. Luego puso el barro sobre los ojos del ciego. Finalmente, le dijo al hombre que fuera a lavarse al estanque de Siloé. – Número de diapositiva 5
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Jesús habló con autoridad. El ciego escuchó y se vio impulsado por una fe similar a la de un niño a hacer lo que Jesús le ordenó. Es posible que a los demás les pareciera tonto mientras obedecía a Jesús, pero eso no importaba. Tenía la esperanza de sanarse. – Número de diapositiva 6
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Se lavó en el estanque de Siloé, se sanó y pudo ver. Ni siquiera sus amigos, que lo conocían como mendigo, podían creer que fuera el mismo hombre. Él trataba de convencerlos de que antes era ciego. – Número de diapositiva 7
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El hombre sanado les contó cómo Jesús hizo barro, se lo colocó en los ojos y le dijo que fuera a Siloé y se lavara. Hizo lo que Jesús le dijo y quedó sano. Entonces le preguntaron: “¿Dónde está Jesús?” Y él les respondió: “No lo sé”. – Número de diapositiva 8
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La noticia de este milagro se extendió por toda Jerusalén. Jesús atrajo la atención. Los fariseos estaban celosos y enojados porque Jesús sanaba en sábado. Así que llevaron al que había sido ciego a la sinagoga. – Número de diapositiva 9
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Los fariseos le preguntaron al hombre que había sido sando qué pensaba de Jesús. Él les respondió: “Es un profeta”. Pero algunos fariseos entendían que Jesús era un pecador porque sanaba el día de reposo y que por tanto no podía provenir de Dios. – Número de diapositiva 10
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A continuación, los fariseos interrogaron a sus padres, los cuales tenían miedo de los fariseos porque sabían que si reconocían lo que Jesús había hecho los expulsarían de la sinagoga. Así que solo admitieron que su hijo había nacido ciego. – Número de diapositiva 11
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Interrogaron al hombre sanado una segunda vez y él les dijo: “Si es pecador, no lo sé; una cosa sí sé: que aunque era ciego, ahora veo. Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada”. – Número de diapositiva 12
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Los fariseos estaban indignados. Le dijeron al ciego que era seguidor de un pecador, pero que ellos eran seguidores de Moisés. Entonces lo expulsaron de la sinagoga porque él también era un pecador. – Número de diapositiva 13
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Jesús encontró al ciego desanimado y se le presentó como el Mesías, el Hijo de Dios. Con gran alegría, el hombre creyó en Jesús y lo adoró. – Número de diapositiva 14
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Entonces Jesús les dijo a los fariseos: “Para juicio he venido a este mundo, para que los que no ven vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos”. – Número de diapositiva 15
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Número de diapositiva 16