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Victoria frente a los gigantes Sehón y Og

Dios ayuda a los israelitas a vencer a dos reyes gigantes y a sus ejércitos.
Contribución de Richard Gunther
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En la tierra que Dios había prometido a su pueblo vivían algunos hombres muy poderosos y malvados, que eran mucho más altos y fuertes que cualquier otros. – Número de diapositiva 1
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Estos gigantes gobernaban su tierra inspirando miedo. – Número de diapositiva 2
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Cuando Moisés y los israelitas llegaron a la Tierra Prometida, enviaron a 12 espías para que averiguaran todo lo que pudieran sobre las personas que vivían allí. – Número de diapositiva 3
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Pero cuando los 12 espías regresaron, 10 de ellos trajeron un informe aterrador. "El pueblo es más fuerte y más alto que nosotros. Nos sentíamos como langostas, eran tan grandes. Las ciudades son grandes, con muros hasta el cielo. Incluso vimos gigantes allí". – Número de diapositiva 4
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Dos de los espías, Josué y Caleb, habían visto a los gigantes, pero no tuvieron miedo. "El Señor, nuestro Dios, luchará por nosotros", dijeron. Pero todos estaban tan asustados que no quisieron seguir adelante. Como resultado, los israelitas vagaron por el desierto durante 40 años porque estaban demasiado asustados para entrar en la Tierra Prometida. – Número de diapositiva 5
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Después de 40 años, ya habían muerto todos los que vivían por miedo y no por fe. Entonces, Moisés le dijo al pueblo que pusiera su confianza en Dios y marcharan para capturar la tierra del lado oriental del río Jordán.<br />Delante de ellos estaba la tierra de los amorreos, gobernada por un gigantesco rey llamado Sehón. – Número de diapositiva 6
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Enviaron mensajeros al rey Sehón pidiéndole permiso para pasar pacíficamente por su tierra, pero él se negó. El poderoso rey Sehón reunió un gran ejército para pelear contra ellos. Esta vez los israelitas no huyeron, sino que confiaron en Dios y marcharon a la batalla contra el poderoso Sehón y su ejército. – Número de diapositiva 7
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Dios le dio a Su pueblo una victoria asombrosa. El rey Sehón y su ejército fueron derrotados y la tierra entre los valles de los ríos Arnón y Jaboc fue capturada. – Número de diapositiva 8
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Más adelante, tenían otro gran desafío. La tierra de Basán estaba gobernada por un gigante aún mayor, el rey Og. – Número de diapositiva 9
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El rey Og y su ejército tenían fama de ser "altos como los cedros y fuertes como las encinas" (Amós 2:9). El rey Og gobernaba 60 ciudades fortificadas. Se le conocía como uno de los refaítas, que significa "los terribles". Los refaítas eran gigantes y fieros luchadores. – Número de diapositiva 10
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El rey Og podría haber medido entre 8 a 12 pies (2.74 a 3.96 metros) de estatura. – Número de diapositiva 11
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Calculamos esto porque tenía una cama (o cajón) hecha de roca negra dura (o hierro) que tenía nueve codos de largo y cuatro de ancho, que equivalen a 13,5 pies (4,11m) de largo y 6 pies (1,82m) de ancho (Deuteronomio 3:11). – Número de diapositiva 12
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El Señor dijo a Moisés: "No tengas miedo del rey Og, porque lo he entregado en tus manos, junto con todo su ejército y su tierra. Haz con él lo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos". Los israelitas marcharon por el camino hacia Basán, mientras el rey Og y su ejército salían a combatirlos en un lugar llamado Edrei. – Número de diapositiva 13
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Dios dio la victoria a Moisés y a los israelitas. El rey Og fue derrotado, junto con sus hijos y todo su ejército, sin dejar supervivientes. Posteriormente, los israelitas escribieron salmos conmemorando la gran victoria que Dios les dio sobre estos gigantes. Dios derrotó a muchas naciones y mató a reyes poderosos.<br />Sehón, rey de los amorreos y Og, rey de Basán. (Salmos 135:11 y 136:20). – Número de diapositiva 14
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Dios había prometido a Moisés que empezaría a hacer que todas las demás naciones les tuvieran miedo. "Temblarán de miedo cuando alguien te mencione, y se aterrorizarán cuando te presentes" (Deuteronomio 2:25). Incluso los reyes cananeos más poderosos comenzaron a temer al poder de Dios. – Número de diapositiva 15
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Como resultado, el pueblo de Dios ya no tenía miedo de enfrentarse a los gigantes y a los poderosos ejércitos que le esperaban. – Número de diapositiva 16
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Aprendieron a confiar en Dios sin importar la magnitud del problema. – Número de diapositiva 17
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Dios también nos pide que confiemos en Él. No hay nadie ni ningún problema que sea demasiado grande o poderoso para Dios. – Número de diapositiva 18
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Número de diapositiva 19