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Ester - Parte 3: Ester confía en Dios

Dios socorre a los judíos y los libra de Amán.
Contribución de Richard Gunther
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Era la noche anterior al banquete que Ester había organizado para el rey y para Amán. Amán había ordenado que se construyera una horca para colgar a Mardoqueo. Sin embargo, el rey no podía dormirse y le pidió a un sirviente que le leyera sobre los acontecimientos de su reino. – Número de diapositiva 1
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Cuando se leyeron los detalles del complot que había descubierto Mardoqueo, llamó a sus sirvientes. "Buscad en los registros reales y ved si alguna vez le di las gracias a Mardoqueo". Los sirvientes informaron que a Mardoqueo no se le había dado las gracias. – Número de diapositiva 2
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A la mañana siguiente, Amán se había apresurado a ver al rey; esta era su oportunidad para pedir que colgaran a Mardoqueo en su horca. Antes de que pudiera hacer su solicitud, el rey le hizo una pregunta. – Número de diapositiva 3
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"¿Cómo debo honrar a un hombre al que quiero recompensar?" Preguntó el rey. Pensando que el rey quería honrarlo, Amán respondió. "Vístelo con una túnica real, ponlo en el caballo del rey, conducido por uno de los príncipes más nobles, y llévalo por la ciudad gritando: «El rey honra a este hombre»". <br />"Buena idea", respondió el rey. "Ve y haz todo eso con Mardoqueo". – Número de diapositiva 4
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Amán se enfureció en silencio. Tenía que conducir a Mardoqueo, vestido con ropas reales, a caballo, por la ciudad, gritando: "Así es como el rey honra a este hombre". – Número de diapositiva 5
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Después de eso, Amán se fue a casa, sintiéndose humillado y enojado. Pero todavía tenía que esperar el banquete con el rey y la reina. – Número de diapositiva 6
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Después de comer una buena comida en la fiesta, el rey se volvió hacia Ester y le preguntó si había algo que pudiera darle. – Número de diapositiva 7
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"Tengo una petición", dijo Ester, "Mi pueblo y yo estamos a punto de ser destruidos por alguien en tu reino. Necesitamos protección". – Número de diapositiva 8
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"¿Quién se atrevería a matarte?", tronó el rey. Esther señaló a Amán. – Número de diapositiva 9
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Amán se hundió en su silla. "¡Guardias!", gritó el rey. Amán se derrumbó a los pies de Esther y la abrazó, suplicando piedad. – Número de diapositiva 10
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Cuando el rey vio a Amán aferrándose al vestido de Ester, pensó que Amán estaba tratando de atacarla. – Número de diapositiva 11
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"Atrapad a ese hombre", gritó. Un guardia sujetó a Amán y se lo llevó. – Número de diapositiva 12
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Uno de los sirvientes se acercó al rey. "Su majestad", dijo, "Amán construyó una horca y quería colgar en ella a su amigo Mardoqueo". <br />El rey ordenó que, de inmediato, colgaran a Amán en la horca. – Número de diapositiva 13
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Poco después, la reina Ester le preguntó al rey si podía cancelar la orden de que todos los judíos fueran destruidos. – Número de diapositiva 14
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El rey no pudo. Era una regla que las leyes de los medos y persas no se podían cambiar. "Pero", dijo el rey, "podría dar una nueva orden. Los judíos pueden defenderse de cualquiera que los ataque". – Número de diapositiva 15
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Así que el día en que se suponía que iban a matar a los judíos, cualquiera que lo intentara se encontraba con un equipo de judíos bien armados dispuestos a luchar. – Número de diapositiva 16
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Así que todos los judíos se salvaron, Amán murió y Mardoqueo fue ascendido a un alto rango. Dios había respondido a sus oraciones de la manera más sorprendente. – Número de diapositiva 17
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La historia de Ester nos muestra cómo Dios usa a personas de todas las naciones para llevar a cabo sus planes y propósitos. Él responde a las oraciones y rescata a los que le piden ayuda. Dios puede haberte puesto en una posición en la que puedes servirle. – Número de diapositiva 18
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Número de diapositiva 19