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Aod, el asesino zurdo

Aod planea asesinar al rey moabita Eglón que está oprimiendo a los judíos.
Contribución de Richard Gunther
1
Hace unos tres mil años, el pueblo de Israel vivía en la Tierra Prometida que Dios le había dado. – Número de diapositiva 1
2
Pero como habían sido tan desobedientes, Dios permitió que fueran gobernados por una nación llamada los moabitas y su rey de mucho sobrepeso Eglón. – Número de diapositiva 2
3
Los moabitas no trataron bien a los israelitas. – Número de diapositiva 3
4
Tenían un ejército de matones que obligaba a los israelitas a entregar sus cosechas y cualquier otra cosa que los moabitas quisieran. El rey Eglón también contaba con la ayuda de los ejércitos de los amonitas y los amalecitas para mantener a los judíos bajo su control. – Número de diapositiva 4
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Vencieron al ejército israelita y tomaron la ciudad de Jericó, conocida como la ciudad de las palmeras. – Número de diapositiva 5
6
Durante 18 largos años, el rey Eglón gobernó con una vara de hierro e hizo que los judíos pagaran tributos aplastantes. – Número de diapositiva 6
7
Los pobres israelitas estaban hartos de su dominio opresivo y algunos de ellos clamaban a Dios en señal de arrepentimiento y le pidieron que los librara de los crueles moabitas. – Número de diapositiva 7
8
Dios decidió levantar un hombre para rescatar a los israelitas y el hombre que eligió fue Aod, que era zurdo. Aod se puso a trabajar en la fabricación de una espada de metal. – Número de diapositiva 8
9
Era una daga de doble filo de 50 cm /(18 pulgadas) de largo y la escondía entre sus ropas, atada a su muslo derecho. – Número de diapositiva 9
10
Era el momento de que los judíos enviaran al muy obeso rey Eglón sus tributos en cosechas, dinero y posesiones. – Número de diapositiva 10
11
Aod se unió a los que transportaban los tributos para el rey moabita. – Número de diapositiva 11
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Después de entregar el dinero al rey Eglón, volvió a su casa. Pero fuera de la ciudad, en las canteras de Gilgal, despidió a sus compañeros y regresó solo ante el rey. – Número de diapositiva 12
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"Tengo un mensaje secreto para ti", le dijo al rey Eglon. – Número de diapositiva 13
14
El rey despidió inmediatamente a todos los que estaban con él para poder tener una entrevista privada con Aod. – Número de diapositiva 14
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El rey Eglón decidió llevar a Aod a su fresca habitación del palacio, donde nadie pudiera escuchar el secreto que le iban a contar. – Número de diapositiva 15
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El rey Eglón se levantó entonces y preguntó con entusiasmo: "¿Y cuál es ese secreto?". – Número de diapositiva 16
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Aod metió la mano izquierda por debajo de la túnica, sacó la daga de doble hoja que llevaba atada al muslo derecho y la clavó profundamente en el vientre del rey. La empuñadura de la daga desapareció bajo la carne, y la grasa se cerró sobre ella mientras las entrañas rezumaban. – Número de diapositiva 17
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Dejando la daga allí, Aod cerró las puertas tras de sí y escapó por el porche de arriba. – Número de diapositiva 18
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A continuación, salió tranquilamente del palacio, de la ciudad y se dirigió a su casa. – Número de diapositiva 19
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Cuando los sirvientes del rey regresaron y vieron que las puertas estaban cerradas, esperaron, pensando que tal vez el rey Eglón estaba usando el baño. – Número de diapositiva 20
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Pero cuando, después de mucho tiempo, seguía sin salir, se preocuparon y consiguieron una llave. – Número de diapositiva 21
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Y cuando abrieron la puerta, encontraron a su amo muerto en el suelo. – Número de diapositiva 22
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Mientras tanto, Aod había escapado más allá de las canteras hacia Seirat. – Número de diapositiva 23
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Cuando llegó a la región montañosa de Efraín, hizo sonar una trompeta como llamada a las armas y reunió un ejército bajo su propio mando. – Número de diapositiva 24
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El ejército israelita comenzó a reunirse. – Número de diapositiva 25
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“Seguidme", les dijo. – Número de diapositiva 26
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“¡El Señor ha puesto a tus enemigos, los moabitas, a tu merced!”. – Número de diapositiva 27
28
Aod dirigió el ejército hacia Moab. – Número de diapositiva 28
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Se apoderaron de los vados del río Jordán, cerca de Moab, impidiendo que nadie cruzara. – Número de diapositiva 29
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Entonces atacaron a los moabitas y mataron a unos diez mil de los más fuertes y hábiles de sus combatientes. – Número de diapositiva 30
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Nadie escapó. Aod, el asesino zurdo, con la ayuda de Dios, había llevado a los israelitas arrepentidos a la victoria. Tenían su libertad y no más tributos agobiantes que pagar. – Número de diapositiva 31
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Así que Moab fue conquistado por Israel ese día, y la tierra estuvo en paz durante los siguientes ochenta años. La lección que Dios quería enseñar a los israelitas era que si querían conservar su libertad, tenían que confiar en Él y obedecerle. – Número de diapositiva 32
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Número de diapositiva 33