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Hombre paralítico bajado por el techo

Un hombre paralítico es perdonado y curado por Jesús después de ser bajado por el techo.
Contribución de Sweet Publishing
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Jesús estaba en la ciudad de Capernaum. Los fariseos y los maestros de la ley de toda Galilea habían venido para escucharlo. El edificio en el que se encontraban estaba apiñado de gente y a punto de desbordar. – Número de diapositiva 1
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LLegaron cuatro hombres que llevaban a un amigo paralítico y querían que Jesús lo curara. Pero la multitud que había alrededor de la casa era tan grande que no había manera de entrar. – Número de diapositiva 2
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Entonces subieron las escaleras del exterior del edificio para subir al techo (estos techos estaban hechos de vigas cubiertas con ramas y una gruesa capa de revoque de lodo). Los hombres entonces empezaron a rasguñar el revoque de lodo y madera para hacer un agujero en el techo. – Número de diapositiva 3
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Aquellos que estaban debajo vieron el agujero que se agrandaba, hasta que se hizo lo suficientemente grande para que el hombre paralítico fuera bajado en su camilla hasta donde estaba Jesús. – Número de diapositiva 4
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Cuando Jesús vio la fe de los hombres, le dijo al hombre paralítico:<br/>–Hijo, tus pecados están perdonados. – Número de diapositiva 5
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Algunos de los maestros de la ley que escuchaban pensaban:<br/>–¿Quién es este sujeto que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? – Número de diapositiva 6
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Jesús sabía lo que estaban pensando y se dirigió a ellos:<br/>–¿Qué es más fácil? –preguntó– ¿Decir: “Tus pecados son perdonados” o decir: “Levántate y camina”? – Número de diapositiva 7
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Jesús continuó:<br/>–Quiero que sepan que tengo el poder de perdonar los pecados.<br/>Entonces, Jesús fue hacia donde estaba el hombre paralítico y le dijo:<br/>–Levántate, toma tu camilla y ve a tu casa. – Número de diapositiva 8
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Inmediatamente el hombre se paró, recogió la camilla en la que lo habían traído y se fue a su casa alabando a Dios. – Número de diapositiva 9
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Todos estaban sorprendidos y empezaron a alabar a Dios también. Sobrecogidos de asombro, dijeron:<br/>–Hemos visto cosas maravillosas hoy. – Número de diapositiva 10
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Número de diapositiva 11