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En la Biblia, en el libro de los Hechos, leemos que dos personas dijeron una mentira sobre el dinero que tenían y lo que habían hecho con él. Dios quiere que digamos la verdad en todo momento y que no intentemos engañar de ningún modo. – Número de diapositiva 1
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En la iglesia cristiana primitiva cada uno compartía lo que tenía, de modo que nadie era pobre ni padecía hambre. Vendían lo que tenían y llevaban el dinero a Pedro y a los discípulos. – Número de diapositiva 2
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Ananías y Safira decidieron que se quedarían en secreto con la mitad del dinero que habían obtenido de una venta y que les darían a los discípulos solo parte de él para que lo compartieran. – Número de diapositiva 3
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Ananías le dio el dinero a Pedro y le dijo lo que había obtenido con la venta, pero estaba mintiendo. Pedro lo supo y le dijo: “Ananías, ¿por qué estás mintiendo?” – Número de diapositiva 4
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“Pudiste haber hecho lo que hubiese querido con tu dinero, pero no solo nos has mentido a nosotros, sino que también le mentiste a Dios”. Al oír esto, Ananías se desplomó y murió. Los jóvenes que estaban allí lo envolvieron y lo sepultaron. – Número de diapositiva 5
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Safira llegó unas horas más tarde y Pedro le preguntó por la cantidad de dinero que ella y su marido habían obtenido de la venta del terreno, pero también dijo la misma mentira que su Ananías. – Número de diapositiva 6
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“¿Por qué eres tan mentirosa? Estás diciendo una mentira y Dios lo sabe. Aquí están los hombres que acaban de sepultar a tu marido y te sepultarán a ti también”. – Número de diapositiva 7
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Entonces Safira también cayó y murió y la sepultaron junto a su marido. Todos los que supieron lo de Ananías y Safira recordaban no decir mentiras. – Número de diapositiva 8
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Número de diapositiva 9