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Cuando Faraón era el rey de Egipto, temía a los descendientes de Jacob, que ahora se llamaban israelitas. "Los israelitas se están haciendo demasiado fuertes", dijo. "Si hay una guerra, pueden luchar contra nosotros y derrotarnos". – Número de diapositiva 1
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Para evitarlo, Faraón los convirtió en esclavos y los obligaba a hacer trabajos duros. Pero por muy duro que fuera su trabajo, los israelitas seguían multiplicándose, así que promulgó una cruel ley que ordenaba ahogar en el Nilo a todos los bebés varones nacidos de padres hebreos. – Número de diapositiva 2
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Sucedió que un niño nació en una familia israelita. Su madre sabía que tenía que hacer algo para salvarlo. Hizo una gran cesta con juncos de los que crecían en la ribera del río. La selló con alquitrán pegajoso para que flotara. Luego colocó al niño en la cesta y lo puso en el río, cerca de la orilla. Su hermana, Miriam, se mantenía a distancia vigilando al bebé. – Número de diapositiva 3
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Esa noche, la hija de Faraón bajó al río a bañarse. Se fijó en la extraña cestilla que flotaba en el río y mandó a una criada suya para que la trajera. Cuando vio al niño, se enamoró de él. Miriam salió de su escondite y le preguntó: "¿Quieres que consiga una mujer de las hebreas para que cuide al niño?"<br />"Sí, me gustaría", respondió la princesa. – Número de diapositiva 4
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Miriam corrió a su casa y le contó a su madre todo lo que había sucedido. Luego llevó a su madre a conocer a la hija de Faraón. "Cuida del bebé y tráemelo cuando sea mayor", le dijo la princesa. La madre del bebé se alegró mucho de poder reunirse con él. – Número de diapositiva 5
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Cuando el niño creció, su madre lo llevó a la hija de Faraón y se convirtió en su hijo. Ella le puso el nombre de Moisés diciendo: "Lo saqué del agua". Moisés aprendió mucho mientras crecía en el palacio de Faraón. – Número de diapositiva 6
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Aunque creció en un palacio egipcio, Moisés sabía que era hebreo de nacimiento. Un día vio a un egipcio golpeando a un trabajador israelita. Se enojó y mató al egipcio y escondió su cuerpo en la arena. Faraón se enteró de lo que había hecho Moisés y declaró que debía morir. Moisés huyó de Egipto a la tierra de Madián. – Número de diapositiva 7
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Un día Moisés llevaba sus ovejas hacia Horeb, cuando vio que una zarza ardía, pero no se quemaba. Dios habló a Moisés desde la zarza ardiente. "Moisés, quítate las sandalias, porque estás en tierra sagrada. Yo soy el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. He escuchado los ruegos de mi pueblo en Egipto, y te envío para que los saques y los lleves a una tierra donde mana leche y miel". Moisés estuvo reacio a ser el líder del pueblo de Dios, pero aprendió que podía confiar en Dios. – Número de diapositiva 8
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Como líder elegido por Dios, Moisés vio a Dios hacer muchos grandes milagros. Un gran milagro fue cuando los hijos de Israel escaparon del ejército egipcio atravesando el mar Rojo. Dios separó las aguas para permitir que los israelitas pasaran sanos y salvos por tierra firme. Cuando el ejército egipcio los siguió, Dios cerró el mar y todo el ejército se ahogó en el mar. Cuando Dios te pide que hagas algo, nunca te defraudará. – Número de diapositiva 9
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