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1:39  Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, 1:40-41  y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. – Número de diapositiva 1
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Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. 1:42-45  Entonces, con voz muy fuerte, dijo: ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! – Número de diapositiva 2
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¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor?  Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre.  ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! – Número de diapositiva 3
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1:46-55 María dijo: "Mi alma alaba la grandeza del Señor; <br/> mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. <br/> Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa;  porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. – Número de diapositiva 4
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Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos – Número de diapositiva 5
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Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes." – Número de diapositiva 6
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1:56  María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. – Número de diapositiva 7
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Número de diapositiva 8