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Los reyes de las ciudades vecinas oyeron cómo Dios ayudó al pueblo de Israel a conquistar Jericó y sintieron un miedo terrible. – Número de diapositiva 1
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Cerca de allí estaba la ciudad de Gabaón, con muchos guerreros valientes, pero incluso ellos tenían miedo. Así que hicieron la paz con Josué. – Número de diapositiva 2
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Esto atemorizó aún más a los reyes de las ciudades vecinas. Así que el rey de Jerusalén, llamado Adoni-Zedec, envió un mensaje a otros cuatro reyes de las cercanías. – Número de diapositiva 3
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Escribió: “El pueblo de Israel ha conquistado Jericó. Son muy fuertes y, además, los gabaonitas, con sus muchos y valientes guerreros, han unido fuerzas con el pueblo de Israel. Ninguno de nosotros tiene ninguna posibilidad contra ellos, pero si trabajamos juntos, podríamos derrotarlos. Así que, este es mi plan: unamos nuestras fuerzas y luchemos contra la ciudad de Gabaón”. – Número de diapositiva 4
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Los otros cuatro reyes quedaron encantados con la propuesta de Adoni-Zedec, rey de Jerusalén. Un poderoso ejército se reunió y acampó alrededor de la ciudad de Gabaón. – Número de diapositiva 5
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Los gabaonitas enviaron un mensaje urgente de ayuda a Josué. Estos poderosos reyes se habían unido contra Israel y Gabaón, pero Josué contaba con el Rey de reyes y el Señor de señores luchando por ellos. – Número de diapositiva 6
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Así que, confiando en su Dios, el pueblo de Israel volvió a la batalla. Tras una marcha nocturna desde Gilgal, Josué los tomó por sorpresa. – Número de diapositiva 7
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Pronto los cinco reyes se dieron cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de victoria. Empezaron a huir de los israelitas, pero mientras huían, el Señor lanzó grandes granizos desde el cielo y mató a un gran número de sus soldados. – Número de diapositiva 8
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Pero para ganar la batalla, Josué necesitaba más tiempo antes de que cayera la noche y el ejército enemigo pudiera escapar en la oscuridad. – Número de diapositiva 9
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Entonces Josué oró al Señor con gran confianza: “Sol, detente sobre Gabaón, y luna, detente sobre el valle de Ajalón”. – Número de diapositiva 10
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Dios respondió a la petición de Josué, de modo que el sol y la luna se detuvieron por un tiempo hasta que el pueblo de Israel hubo derrotado a todos sus enemigos. – Número de diapositiva 11
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Fue un día único en la historia. El pueblo de Israel comprendió una vez más que no luchaba solo. Dios estaba con ellos. – Número de diapositiva 12
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Así pues, Josué y el pueblo de Israel obtuvieron otra victoria inolvidable. En todos los desafíos que enfrentaron, Dios estuvo a su lado. – Número de diapositiva 13
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No olvidemos pedirle ayuda a Dios en todo lo que hacemos. El Dios que luchó por el pueblo de Israel es el mismo Dios que está de tu lado cada día. – Número de diapositiva 14
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