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Jesús viajaba de Judea a Galilea y decidió pasar por la región de Samaria, donde vivían los samaritanos. – Número de diapositiva 1
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Los samaritanos eran una raza de judíos que en el pasado se habían casado con otras razas. Los judíos no permitían que los samaritanos adoraran con ellos o tuvieran algo que ver con ellos. Los judíos normalmente evitaban pasar por Samaria cuando viajaban. Había una historia de enemistades y rencores entre los judíos y los samaritanos y no se hablaban. – Número de diapositiva 2
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Al mediodía, Jesús y sus discípulos llegaron a un pozo en las afueras de un pueblo llamado Sicar. – Número de diapositiva 3
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Jesús se sentó junto al pozo para descansar mientras sus discípulos fueron a la ciudad a comprar alimentos. – Número de diapositiva 4
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Una mujer samaritana vino a sacar agua del pozo. Jesús le pidió un poco de agua. – Número de diapositiva 5
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“Tú eres judío y yo soy samaritana", protestó ella. “¿Cómo me pides agua?” Sabía que los judíos no usaban las mismas tazas y cuencos que usaban los samaritanos. – Número de diapositiva 6
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Jesús le contestó: “Si tú conocieras el don de Dios y quién es el que te dice, dame de beber, le pedirías de beber y Él te daría agua viva.” – Número de diapositiva 7
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“No tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?", preguntó la mujer. – Número de diapositiva 8
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Jesús respondió: "Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero yo hablo del agua que da vida eterna". – Número de diapositiva 9
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“Dame esa agua para que nunca más tenga sed”, pidió la mujer. – Número de diapositiva 10
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“Ve y llama a tu marido", le dijo Jesús, "y vuelve".<br/>“No tengo marido", respondió ella. – Número de diapositiva 11
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“Tienes razón", le dijo Jesús. “Has estado casada con cinco hombres, y el hombre con el que vives ahora no es realmente tu marido”. La mujer se sorprendió de que Jesús supiera tanto sobre ella y exclamó: “Eres un profeta”. – Número de diapositiva 12
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Continuó diciendo: "Los samaritanos adoran a Dios en este monte, pero vosotros los judíos decís que Jerusalén es el lugar donde debemos adorar a Dios". – Número de diapositiva 13
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“Lo importante no es dónde se adora, sino a quién se adora", explicó Jesús. “La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad”. – Número de diapositiva 14
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Ella le respondió: “Sé que cuando venga el Salvador de Dios, el Mesías, nos lo dirá todo". Jesús le dijo “Yo soy el Mesías, tú estás hablando con él". – Número de diapositiva 15
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“En ese momento los discípulos volvieron y se sorprendieron al encontrarlo hablando con una samaritana. La mujer dejó su cántaro de agua y volvió corriendo al pueblo a decirles a todos: “Venid a conocer al hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿Podría ser el Mesías?” – Número de diapositiva 16
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Los samaritanos salieron al encuentro de Jesús y le rogaron que se quedara con ellos. Jesús se quedó allí dos días y muchos creyeron era el Mesías. – Número de diapositiva 17
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Le dijeron a la mujer: "Creemos porque también nosotros le hemos oído y sabemos que realmente es el Salvador del mundo". – Número de diapositiva 18
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